paso la noche
sólo por el simple
hecho de pasarla,
atemorizado por las
intenciones de las horas
muertas. cuando estás solo
todo empieza siendo
como una
hora muerta: esperar, no
sólo el bus, el tren, cualquier
cosa, la hora, el minuto,
la palabra que conoces
el gesto que malinterpretas.
todo para volver
al círculo mortal
de sumisión a uno mismo
y a lo que echa de menos
(muy por encima
de uno mismo).
y esa obediencia
es lo más letal que existe,
y cuando estás solo
la vida y la muerte
son la
misma cosa. nadie
las espera. no me importan.
un extranjero en
un lugar, sin zapatos.
cuando estás solo
la compañía tiende al
infinito; al final
se queda en éso.
temes a la soledad
por encima de todo
y lo peor es que
no te habías dado cuenta.
solo en un mundo
de almas en
conjunción y harmonía.
estar solo no basta.
el mayor privilegio en esta
vida es sentirse alguna
vez solo, y poderlo compartir
con alguien para
poder dejar de estarlo.
entonces nace el alma;
todo lo vivido hasta entonces
queda resumido en poco.
Punta Raisi, Palermo, 10 de agosto de 2009.
viernes, 28 de agosto de 2009
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