viernes, 2 de octubre de 2009

para leer despacio y mientras lloras

la vida es perder.
éso es
lo que trato de decir
a los más pequeños.

la vida es sufrir,
porque sufres cuando naces
porque sufres cuando pierdes
cuando vives,

sufres la vida en tu carne
a la vez que pierdes,
pierdes la vida y tu carne
a la vez que sufres.

desde que pisas por
primera vez lo que son
tus calles, los años
nos lo discuten todo,
con el único
fin de ayudarnos
a poder soportar la soledad.

y la soledad es
la mejor amiga y
amante, la mejor
excusa, la solución,
la angustia, la opción,
la circunstancia.

porque en esta
vida de perdedores
ganan los más
cabrones, los que no
se lo merecían
y se disputan el premio,
un premio que no existe para nadie.

la vida es sufrir.
sufrir cuando las cosas van mal
y cuando van muy bien
porque no se puede
olvidar nunca
la naturaleza propia
de cada uno:

el sufrimiento
como forma de expresar
el sufrimiento de la vida.

por éso, hoy no puedo
escribir otra cosa
que ésto, algo insustancial
y demasiado inocente,

para leer despacio
y mientras lloras,
para leer sin prisa
pero con ganas de huir
de estas palabras
que envenenan este ambiente.

para leer despacio
y no notar las palabras,
que sufren como sufre la mano,
que pierden porque
soy un perdedor y yo las maniato,
soy un pobre loco que
sufre la vida, porque

la vida es sufrir,
porque sufres cuando naces
porque sufres cuando pierdes
cuando vives,

la vida es perder.
éso es
lo que trato de decir
a los más pequeños.

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